Este año, la entrega de los premios Oscar no solamente se caracterizó por la buena elección de los vestidos de las famosas asistentes; una vez más las embarazadas se robaron todas las miradas al lucir sus panzas de embarazo con la ayuda del diseño de prestigiosas marcas.

Esta vez las protagonistas son Kerry Washington, quien heredo el título de Gwen Stefani de mama fashionista de la tempoada;  Olivia Wilde y Elsa Pataky

Aunque de morfologías y contexturas diferentes, las tres coinciden en tener embarazos muy parecidos en lo que tiene que ver a la forma como su cuerpo se ha comportado ante la subida de peso inminente que supone un embarazo; basta ver la foto de las dos primeras en los Golden Globes para confirmar el cambio de su cuerpo: las dos estaban más delgadas, sus brazos se veían más estilizados; algo muy común en las mujeres embarazadas cuando están comenzado sus embarazos; por esta razón, los vestidos en esta oportunidad fueron de silueta ajustada  para Olivia, que es más alta y delgada, y  semi ajustada para Kerry, de constitución un poco más gruesa.

El embarazo revela la verdadera contextura de la mujer; la que es verdaderamente delgada lo seguirá siendo, la que siempre vive a dieta necesariamente se va a ver más gruesa; y si no se cuida, peor aún. El mejor ejemplo: Kim Kardashian.

Kerry antes de su  embarazo estaba muy delgada, había afinado su figura considerablemente; algo muy común en las que se convierten en “it girl”, (la chica del momento) el caso de Washington, es mantener su peso un poco o muy  por debajo de lo que les correspondería teniendo en cuenta su relación peso-talla. Olivia en cambio, es naturalmente de contextura delgada, con 1.70 su peso según su personal trainer lo mantenía entre 51 y 52 kilos.

El cambio del cuerpo de cada una es notable, ninguna de las tres es una embarazada esquelética tipo Rachel Zoe;  por eso en esta oportunidad eligieron vestidos menos ajustados al cuerpo pero, conservando un sistema de ajuste con el cual cada una se siguiera viendo esplendida.

La opción de Olivia fue un Valentino negro, de cuello semi alto y manga siza, con ajuste debajo de la línea del busto y hasta la cintura; y terminación en línea recta; el toque de color estaba en la espalda abierta del vestido: una línea blanca angosta en la parte superior y más abierta al final.

Kerry eligió un vestido strapless en seda color berenjena del diseñador Jason Wu. En este caso el ajuste estaba dado por unos prenses perfectamente ubicados que comenzaban en el escote y terminaban a la altura de la cadera. El vestido tenía una leve abertura que permitía conservar la línea en “A” para entallar la silueta, aun cuando no era un vestido ceñido al cuerpo.

Finalmente Elsa, en espera de gemelos; eligió un vestido verde azulado en pedrería de Elie Saab, también de línea recta como el de Wilde, con un escote muy sobrio pero que conserva las ventajas del escote en «v» tan aconsejado para el busto de una mujer embarazada. En esta oportunidad el sistema de ajuste estaba dado por un pequeño cinturón debajo de la panza que aunque definía la silueta y alargaba el torso no favorecía su tipo de cuerpo y «curva de embarazo» multiple.

@PaulaBoue