El comienzo de un nuevo año genera un ánimo particular, ideal a la hora de comenzar nuevos proyectos o de cumplir nuevos objetivos.
Cuando se comienza el año embarazada esas sensaciones aumentan; la emotividad, como consecuencia de las hormonas, está a flor de piel. La llegada de un hijo trae consigo un aire esperanzador perfecto para renovarse por dentro y por fuera.
No hace falta que te gastes una fortuna, ni que cambies de personalidad; simplemente debes aprovechar esta maravillosa oportunidad que te dio la vida para descubrir y disfrutar una nueva versión de lo que eres; tu versión de mama:
Primer propósito: No uniformarse
La tendencia del 80% de las embarazadas es pasarse a vivir a esa prenda con la que se sienten como si estuvieran en pijama: comodísimas! una prenda de la que se enamoran no por cómo se ven sino, por cómo se sienten. El ejemplo más típico: los leggins, una prenda sencilla y cómoda pero con la cual no se puede ir a todas partes si se quiere ir bien vestida; ni la que remplaza el uso de un pantalón.
La monotonía en el vestir traduce inevitablemente falta de estilo.
Segundo Propósito: Arriesgarse al color
Todas adoramos el negro porque es un color sofisticado que favorece a nuestra figura pero, eso no significa que tengamos que vivir vestidas como si fuéramos a un funeral los 365 días del año.
Durante el embarazo el negro es un aliado; es indiscutible que hace ver más afinada la silueta sin embargo, debe usarse bien “accesorizado” para no verse de mayor edad si se tiene en cuenta el “particular estado”.
Un toque de color siempre rejuvenece la imagen. Hay que aprovechar el embarazo para vestirse con tonos vibrantes, alegres, que transmitan energía, que iluminen el semblante. El embarazo no es momento para acomplejarse por las nuevas curvas; todo lo contrario.
Si tu closet es monocromático, es el momento de arriesgarte al color.
Tercer propósito: Cambiar el look
Durante el embarazo el pelo y las uñas crecen como nunca; es el momento para divertirse con las tijeras; y si todavía usabas las uñas como en los 90´s (larguísimas y redondas) córtalas cuadradas y cortas, y ensaya todos los tonos de esmaltes que puedas (el manicure francés esta proscrito hace varios años).
Hay que aprovechar que el pelo se pone más abundante y crece más rápido para cambiar de imagen sin olvidar que, el largo del pelo dependiendo de tu edad puede hacerte ver más o menos joven.
Para las que siempre han sido de pelo cortísimo y quieren algo más largo la opción hasta el mentón es ideal; y para las de las largas melenas un largo-medio (hasta los hombros) será más sofisticado.
Cuarto propósito: Ensayar nuevos estilos
No se trata de traicionar quien eres: de volverte una rockera cuando siempre has sido clásica; o de vivir maquilladísima si prefieres estar de cara lavada; se trata de que te abras a nuevas posibilidades, de que te re inventes. Si tu estilo es clásico puedes ensayar cortes clásicos pero con estampados vanguardistas o tonos de tendencia; si por el contrario siempre has tenido un look desparpajado, deberías intentar hacer un poco más de énfasis en los detalles de las prendas, no ser tan básica; ser un poco más fashionista.
Quinto propósito: Ser más femenina
Para ser femenina no hay que hablar como un teletubi, ni vestirse como la pantera rosa.
El cuerpo en embarazo tiene una hermosa curva que hay que lucir; es el momento de probar vestidos, faldas; nuevos estilos de pantalón; piezas que pongan en valor tu nuevo cuerpo. Si no te sientes, ni se ves como siempre, porque vestirte como siempre?
Hay que ser fiel al estilo pero sin caer en el aburrimiento o perder la feminidad. Las famosas embarazadas que todas admiran se ven fabulosas porque durante el embarazo eligen las prendas con las que se ven más femeninas.
Cambios pequeños en el look pueden modificar drástica y positivamente la forma como te ves y la seguridad que transmites. La vida es corta y una sola, por eso hay que arriesgarse y vivir sin arrepentimientos. Feliz 2014!
@PaulaBoue