La moda para embarazadas en el 2017 no es ajena a la tendencia que se impone en las grandes capitales del mundo. Coincide en la paleta de color, este es un año colorido; en el balance entre lo femenino y lo masculino y en ciertos detalles de las prendas que necesariamente deben ser adaptados a la silueta de la mujer embarazada.
La embarazada del 2017 es muy “girly” sin dejar de usar piezas urbanas con toque masculino o tonos neutros. Se atreve al color y al uso de prendas con detalles que la hacen sentirse «empoderada» de su nuevo estado y que le permiten lucir de la mejor forma sus nuevas curvas.
La embarazada mal vestida, desaliñada en overol o uniformada con leggins y blusón esta pasada de moda.
Famosas que terminaron el 2016 embarazadas como Blake Lively, siempre novedosa e impecable o que comienzan el 2017 con bebé abordo como las jóvenes actrices Witney Port y Lauren Conrad de la serie The Hills, fashionistas por excelencia; o Amal Clooney, demuestran que el embarazo es una oportunidad para deslumbrar y divertirse con la moda sin importar la edad.
En el 2017 una vez más las rayas son protagonistas pero, no solamente la clásica “mariniere” azul a la francesa. Rayas en diferentes colores y dimensiones, diagonales, oblicuas, horizontales, verticales e incluso, mezcladas entre sí; tendencia conocida como Arty-pop
El tono neutro protagonista es el kakhi, un color que hereda el puesto del gris de años anteriores, tan versátil como el negro.
La cuota de color es variada, rejuvenece y favorece al semblante de las embarazadas en todos los climas. En la nutrida paleta de 
color del 2017 se destacan el amarillo en diferentes tonalidades; variados tonos rosa en particular “pink yarrow”, una mezcla perfecta entre el rosado y el fucsia y por supuesto greenery, el verde follaje nombrado como el color del año por el pantone institute.
El escote de la temporada continúa siendo “off the shoulders” en textiles vaporosos, con vuelo, volantes o en piezas ceñidas; todo se vale!. A este escote sexy impuesto en su momento por Brigitte Bardot se suma el escote de un solo hombro en prendas más holgadas que ceñidas para que haya un
balance sin perder la sobriedad y favoreciendo a la silueta de la embarazada, a quien le convienen el uso de la asimetría para alargar el talle.
También se imponen mangas abiertas con vuelo o acampanadas, los tops con
aberturas laterales y las capas o ponchos para protegerse del frío; complementos ideales para cubrir con estilo la panza de las embarazadas en temporada de invierno.
En los estampados se destacan nuevamente las flores en diferentes tamaños, también
bordadas sobre denim, cuero y algodón.
El detalle clave del closet del 2017 son los volantes cuidando su dimensión y posición para no darle más volumen a la silueta de la embarazada.
Los vestidos de las embarazadas este año tienen un aire retro muy al estilo Jackie Kennedy; siluetas femeninas, de línea en “A” o de corte trapecio, ideales para la silueta de la mujer en embarazo, en materiales que tengan cuerpo como la scuba o el neopreno que permiten el uso de líneas simples con un resultado visual sofisticado y muy femenino (efforless chic).
Los vestidos básicos ceñidos del año anterior tan usados con los famosos tenis blancos son en gran parte desplazados por vestidos “sport chic”, un tipo de vestido menos ajustado al cuerpo, pero con una silueta definida, confeccionados en materiales que hacen reminiscencia al deporte, estampados y fáciles de llevar, una característica importante para las embarazadas que lastimosamente tienden a no ser muy cuidadosas con la elección de la ropa interior…
Los vestidos camiseros ceden su protagonismo de temporadas anteriores, aunque no salen por completo del panorama, a los “shirt-dress”, vestidos camiseta. Piezas muy sencillas, que lucen a embarazadas jóvenes y de contextura delgada.
Los enterizos siguen vigentes por dar un toque urbano al look de la embarazada, no solamente para el día sino, y sobre todo, para eventos nocturnos. Este año la mejor forma de sorprender en una fiesta es con un enterizo.
Los trajinados leggins, eterno capricho de las embarazadas, se mantienen como prendas de uso sport. Los únicos leggins aceptables para otro tipo de escenario son leggins con diseño, bolsillos traseros o diferentes detalles que hagan ver la pieza más elaborada y con mayor cubrimiento. Los leggins no son pantalones.
Los pantalones suben sus dobladillos; sin importar el estilo, entubados, pitillo o de bota abierta, ya no son tan largos; se trata de lucir el tobillo.
@PaulaBoue