Una de las tantas cosas que hay que prever para cuando se tiene un bebé es la pañalera, esa pequeña maletica que nos acompañará durante algún tiempo y que se convertirá en un elemento esencial para la comodidad nuestra y sobre todo, de nuestro bebé.
Para elegir una buena pañalera hay que tener en cuenta dos aspectos: el diseño y la practicidad. El diseño obviamente dependerá de cada mamá, de su estilo personal, de su look; hay algunas que siguen las tendencias de siempre: los colores pastel: el típico rosa para las niñas y el azul para los niños o los muñequitos o figuritas infantiles. Más allá del color, se debe tener en cuenta que la pañalera debe ser una bolsa que aguante el uso y el abuso, que se pueda dejar en el piso por ejemplo, por lo cual, los colores claros no son muy recomendados. Otras más modernas eligen tonos neutros que vayan bien con todo; ésta opción es la más aconsejable porque la pañalera del bebé es prácticamente nuestra segunda cartera así que, es perfecto que nos combine con cualquier look y que además, no sea un modelo en extremo femenino por si él que sale con el bebé, es papá.
En cuanto a la practicidad, lo mejor es elegir un modelo que tenga varios compartimentos. Si tiene varios bolsillos será más fácil acomodar todo y tenerlo clasificado según el orden en que se vaya a usar. Hay algunos modelos que incluso traen bolsillos plastificados que son ideales cuando tenemos que cargar prendas húmedas o ropa manchada como los baberos y algunos bolsillos en malla para cargar los biberones o termos pequeños con líquido sin riesgo de derrames.
Ahora bien, una vez elegido el modelo viene lo más importante, definir qué es lo que tenemos que cargar en nuestra pañalera.
En primer lugar, se debe tener en cuenta que no vamos a necesitar lo mismo si salimos 
dos horas al supermercado o si vamos a pasar el día fuera de casa: visitar a la abuela, presentar a nuestro bebé en casa de nuestras amigas etc. Si sabes que saldrás todo el día necesitaras una pañalera completa, si solo sales unas horas, lo básico será tener a la mano una carterita en donde tengas un tapete para cambiar al bebe, un pañal, unos pañitos húmedos, un chupo si él bebe está acostumbrado y por supuesto, algún juguete pues los bebes necesitan constantemente entretención. Algunas marcas especializadas en puericultura diseñan pequeñas mini pañaleras muy prácticas para salidas cortas.
Si la salida será larga se debe incluir: las dosis de leche necesarias si él bebe está tomando leche de formula y un termo de agua hervida o mineral listo para mezclar y los biberones para cada toma. Se deben cargar al menos dos biberones puesto que si no estaremos en una casa en donde tengamos acceso a la cocina y detergente no es recomendado lavar los biberones en baños públicos como los de los centros comerciales.
Si estamos lactando no se pueden olvidar las almohadillas de protección para las fugas de leche y un babero o toallita para el bebé. A la lista se suma un cambio de ropa para él bebe por si se hace pipi o si en el cambio se le mancha la ropa y una camiseta para nosotras por si el desastre también queda estampado en nuestro outfit. Algún saquito para cubrirlo del frío no puede faltar, una mantita ligera, crema para el cambio, pañitos húmedos, unos klennex, un par de chupos si él bebe los usa cuando está cansado o tiene sueño. Al igual que con los biberones, es conveniente cargar más de un chupo porque los bebes adoran tirar las cosas al piso y no siempre se pueden lavar.
Las pañaleras son como las carteras de las mujeres, un micro mundo en donde casi todo encuentra su lugar. La pañalera del bebé no debe convertirse en la maleta del gato Félix, no puede ser un bolso sin fondo que sea imposible de cargar. Es importante anticiparse a las necesidades del bebé pero sin dejar de lado la practicidad porque no solo tenemos que cargar la pañalera, está él bebe, que entre más grande más pesado, el coche, si estamos de compras: las compras, nuestra cartera, el abrigo etc.
Si bien inicialmente no es muy claro que es lo que se debe cargar, con el paso de los días aprendemos a identificar nuestras necesidades y las de nuestro bebé. Cada vez él necesitara menos cosas y será más independiente y nosotras más prácticas y desenvueltas. Es simplemente, un proceso de aprendizaje.
PAULA BOUE